La Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de Antofagasta dio luz verde a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto “Prospección minera para la caracterización del depósito de minerales Cachorro”, perteneciente a Antofagasta Minerals, el que contempla una inversión de hasta US$220 millones. Este paso marca un hito relevante dentro del plan de exploración y desarrollo minero de la compañía en la región.
El propósito central de la iniciativa es profundizar el estudio del yacimiento Cachorro, situado en la comuna de Sierra Gorda, a 37 kilómetros al norte de Baquedano, en la Región de Antofagasta. La empresa trabaja en esta zona desde 2017, año en que obtuvo la aprobación ambiental para una primera etapa de exploración, con una inversión inicial de US$30 millones.
Para Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, esta aprobación representa un avance significativo tanto para la compañía como para el sector: “La demanda de cobre sigue creciendo y la exploración de nuevos depósitos es esencial para mantener una minería moderna, sustentable y con visión de largo plazo”, señaló el ejecutivo, destacando el compromiso del grupo con el desarrollo responsable de la industria.
Con la aprobación ambiental, el proyecto Cachorro iniciará una nueva fase de recolección y análisis de muestras, con el objetivo de caracterizar los recursos minerales y determinar las reservas existentes. La prospección se realizará tanto en superficie como bajo tierra, habilitando hasta 183 plataformas y 732 sondajes en un área de 36 kilómetros cuadrados. Además, se evalúa la construcción de un túnel de exploración horizontal, que permitirá obtener información más detallada del subsuelo.
El plan contempla también mejoras en infraestructura de apoyo, como la ampliación del campamento Lenkay y la construcción de caminos internos. El proyecto tendrá una vida útil de siete años y alcanzará un peak de 350 trabajadores en la etapa de construcción, 680 durante la operación y 50 en el cierre. Entre sus Compromisos Ambientales Voluntarios (CAV) destacan medidas de protección arqueológica, monitoreo de fauna, y programas de empleo y desarrollo para proveedores locales, reafirmando el enfoque sostenible de la iniciativa.
Fuente: Dipromin
