En entrevista con Rumbo Minero TV, el editor internacional también analizó los planes de reestructuración de Barrick Mining.
La más reciente cumbre del G20 dejó como eje central de debate el control y acceso a los minerales críticos, especialmente las tierras raras, recursos clave en la transición energética y tecnológica global. Pese a la ausencia de los presidentes de Estados Unidos y China, este último fue representado por el primer ministro Li Qiang, quien no solo defendió la política minera de su país, sino que presentó una iniciativa dirigida a los países del sur global.
Según explicó José González, editor internacional de Rumbo Minero America Mining, Li llegó no solo dispuesto a defender la posición de China y las tierras raras en función de la política de su país, sino a hacer una oferta al sur global.
Según el analista, el mandatario chino abordó dos ejes: primero, advirtió que China gestionará con cautela las exportaciones de minerales estratégicos para uso militar, y segundo, anunció una iniciativa minera global con países aliados, como respuesta a los esfuerzos de EE. UU. por tomar control del mercado de tierras raras.
«Pekín aseguró que promocionará la cooperación mutuamente beneficiosa y el uso pacífico de minerales claves, y que salvaguardará los intereses de los países en desarrollo, al tiempo que abordará con prudencia los usos militares y de otro tipo», añadió.
Durante la cumbre, el G20 también criticó el uso multilateral de las tierras raras por parte de China, especialmente desde la perspectiva de países manufacturadores como Alemania y Japón, que dependen en gran medida de estos insumos.
En respuesta a ello, dijo Gonzales, el documento presentado por China establece que se creará un plan para garantizar los recursos minerales críticos, con el objetivo de convertirlos en un motor de prosperidad y desarrollo sostenible.
Asimismo, indicó que, en la misma reunión, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, remarcó que su país no pretende ser solo un proveedor, sino también participar en los procesos de refinación y procesamiento de minerales críticos. “Brasil no quiere ser solo un suplidor de minerales”, citó González.
En línea con ese reclamo, dijo, China presentó una propuesta más concreta, revelando los primeros detalles de una iniciativa minera verde que involucra a 19 países, entre ellos Camboya, Nigeria, Myanmar y Zimbabue. El objetivo es construir una red inclusiva para salvaguardar la minería justa, razonable, estable y fluida.
“Es la primera vez que China presenta una oferta formal de este tipo al sur global”, subrayó González, indicando además que Pekín sigue negociando los términos de intercambio de tierras raras con Estados Unidos.
Barrick Mining evalúa dividirse en dos operaciones
En otro momento de la entrevista, González abordó la noticia publicada por Reuters sobre la intención de Barrick Mining de dividir sus operaciones globales. La compañía canadiense evalúa separarse en dos unidades: una enfocada en Norteamérica, y otra en África y Asia, que incluiría activos en Pakistán (Recodig) y en Mali, donde enfrenta un conflicto por la expropiación de activos.
“La empresa está determinando cómo se compensan estos activos, mientras busca proteger el valor de minas clave como la de oro en Nevada”, comentó.
La estrategia contempla además listar la unidad estadounidense en una bolsa de EE. UU., manteniendo una participación mayoritaria. Actualmente, Barrick cotiza en Toronto y en un mercado secundario en Nueva York.
Barrick también cuenta con minas de cobre y oro en países como la República Democrática del Congo, Tanzania, República Dominicana y Papúa Nueva Guinea.
